Quiénes somos

La Confitería Asturias comienza su andadura en enero de 1970, lo inicia el matrimonio Ulpiana Rodríguez González, nacida en Villaescusa (Zamora) y Luis César García González, nacido en Grado (Asturias)

Se establecen en un local de la Avenida Republica de Argentina número 6 con una superficie de 60 metros.

La Tradición de la Confitería procede de un tío de César, donde él inicia su aprendizaje, José tejeiro que dio fama al pueblo de Grado con los famosos “tocinillos de Cielo”.

Los inicios son duros, puesto que en León había confiterías con mucha tradición que poco a poco por la edad de sus propietarios fue desapareciendo: La Coyantina, Casa Gago, Confitería Polo, Confitería Yacor y la famosísima Camilo de Blas.

Poco a poco con la juventud e interés del matrimonio, ella de 26 años y él de 27, el negocio va prosperando y en el año 1978 se trasladan a otro local en la Avenida Republica de Argentina número 8 donde actualmente se encuentra, en un local mucho más grande que el anterior.

panoramica1

Por su obrador han pasado una serie de trabajadores con inquietudes y que hoy son empresarios en León con prestigiosas confiterías (Dulcinea, Canela, La Casita de Chocolate, Confitería Ely,…)

El matrimonio muestra sus ansias de emprendedores y en el año 1984 crean una nueva empresa con el nombre de “Boutique del Pan la Masera”, situada en la calle García I número 8, intentando superarse dentro de la panadería. Con el transcurso del tiempo aparecen en la ciudad establecimientos de esta índole intentando igualar esta actividad.

El matrimonio tiene 5 hijos y dentro de ellos se encuentra César (el mayor) con las mismas inquietudes de sus padres y una mayor preparación, continua colaborando con sus padres, con superior innovación dentro del campo de la repostería, bombonería y heladería.

En la actualidad, la empresa la componen el matrimonio, su hijo mayor César y la colaboración de 23 empleados.

Pero esta empresa no quisiera estancarse y desea ampliar su obrador y actualizar y ampliar sus puntos de venta, porque “vive aquel que no se queda, el otro dura no más”.

panoramica2